Manos frias
Con el pecho apretado
con las manos duras de frio
partidas como las ramas del destino
la hija de la desdicha se desangra
y se pudre
como corteza humeda de un tronco
de un gran roble
que vivio siglos
pero se le fue en un suspiro
Hoy una señora llora una perdida
un hijo amado perdio
en medio de los crujidos
de una casa humeda
y desolada de amor
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