Sin título N° 1
De un día a otro alguien me hizo descubrir que yo no estaba mal en realidad
De un día a otro nuevamente constaba el diagnostico de presionarme a mí mismo
dejarme de lado por otros seres, por otros entes, a veces divinos, a veces placenteros
el mundo me había dado esta habilidad, un corazón distorsionado, una mente confusa
y las palabras de los demás, clavadas en mi carne etérea
gritando por un espacio, rompiendo mi frágil crisálida
llamaban al dolor, y eso me han dado, los demás
En medio de todo eso, descubrí el amor, pero no había descubierto nada
había predicho lo que sentía, que sé amar como nadie, pero también se
dejarme de lado por otros, y el corazón se reventó, en frágiles piezas de porcelana
para llamar a una persona, a un debíl yo.
Las piezas se recogen nuevamente, esta vez para cortarse los dedos, recoger la porcelana
y desdibujar la mirada de esos recuerdos, reventados en la charca de sangre
mojadas y frías mis manos, toman otro nombre y lo susurran
lo desean, lo anhelan, lo buscan.
Maldigo el día en que descubrí el amor
digo en el vacío de mi pieza
Bendito sea el momento en que he vivido
porque sin el, no te hubiera visto jamás
desdibujando constelaciones de dudas
ahondando en mí
preguntando señales
marcándolas en el teléfono celular
Acaba conmigo le dije
sus pequeñas manos no me podían asfixiar
y sus lágrimas caían en mi cara
mientras yo le besaba el cuello
En silencio se tranquilizó todo
y entre unos besos lejos de ser inocentes
la amé, y la amé toda la noche
olvidando quien era yo.
Comentarios
Publicar un comentario