Ahogando la ciudad entera
Una piscina de mi propia sangre
entre las lágrimas y ese color carmesí inolvidable
se pega a mi piel
una queja de ambigüedad
Ironía pura
el miedo al abandono del ser humano
y pensar que terminaría acá
solo mirando la luna
Mientras me desvanezco
pienso si eras un enviado de la luna
para acabar con mis pocas ilusiones
que me aferraban a mis sueños espurios
Aún llega el sol para mí
y trata de quemarme
ardiendo como un amor de verano
veo a las parejas nacer
preguntándome.
¿estarán juntas en el frío invierno?
o la corriente torrentosa se los llevará
ahogando la ciudad entera.
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