Dios amó tanto este mundo.

Dios amo tanto a este mundo, que por el destrozaria todo de mi ser, hasta no dejar ningún rastro.

me prometí borrar cada vestigio de mi persona
No hay imagenes de este ser en ningún lado

Ni una cinta que recordara

ese trágico incidente

del año pasado

habrá algo, un rastro de sangre 

en esa habitación

en esa alfombra

estarán todas esas botellas acumuladas

simbolo de tu depresión

u hoy eres otra constante contradicción?

que vacía mi cama esos días de verano

a comparación del anterior

hoy solo narro una biblia

para la posteridad

el infierno del verano del 2024 

en mis propias manos

relatado entre tendinitis de tanto escribir

y en ínfimas olas marinas

de otro mar

de otra piel

de otro ser.

(1 mundo, horizontes infinitos)

Cuando huelo una ciruela 
me recuerda a tus venas

moradas y translucientes

en esa piel blanca como una hojuela 

cuando chorrea en mi boca 

recuerdo una bestia devorando a un pobre animal

ese animal que tan inocente

puede ser un bebé comiendo papilla

papilla, es lo que queda en retazos de memorias

(¿Te acuerdas de todo lo que hicimos?)

Papilla, papilla es el recuerdo y los retazos la pulpa
chorreando en un babero infantil
lleno de sonrisas de niño
quien diría que tu ciruela

mi alma perfecta, mi otra vida
solo serías otro alimento más

de estos sueños que flotan

en el aire adolescente

en el aire adulto

ardiente e insensato.

(Solo eran los restos jugosos de lo que vivimos, una mayor palabra, menor sentido)

te has preguntado si eres un escarabajo

viviste tanto tiempo siendo una larva

y ahora no deseas comer

te olvidas de lo que fuiste alguna vez

pero tampoco te importa algo

quisieras ver a otra mujer

y hacerle el amor

olvidarte de eso

y desaparecer en la tierra.

(es solo un relato más sobre mí.)