El risco; El precipicio; la ciudad de la melancolía

 


Siento que estoy como en un risco
mirando desde la cúspide, todo lo que he logrado
a costa de qué?, a valor de qué?, mi vida en qué momento cobro su dulce coherencia
es claro, hace meses que ya no soy el mismo.

Mi mundo hace más de un año, dejo de lado mi antigua cascara 
aun así mi mente falla, mi mente me engaña y las percepciones se tiñen en un pálido azul
la ciudad jamás deja esos recuerdos, porque aún como breves reminiscencias, viven en mi carne
como cicatrices atemporales, un amor que viví, que nació o murió 

Tonos de ironía, molestia y ante todo melancolía abarcan mis sentidos, hoy las cosas están arriba como nunca imagine, aun así hay algo, ese algo, que no puedo describir
algo que se perdió, que extraño a veces y que luego lo dejo respirar, como una venda alguna vez ensangrentada.

Pero aun así, no puedo decir que no estoy conforme, que no soy feliz, pero son espacios azules, oscuros y marinos, recovecos del alma, que algo me dicen que anda mal, o que anda raro
era 20 de abril, y miraba tu imagen buscando entre archivos
-estas igual- eso pensé, pero ambos sabríamos, que ya nada es lo mismo

Todas las cosas habían terminado, aún así, fue raro saber que vivías, que sigues ahí
quien sabe que te ha pasado, cuantas veces lloraste, si lo que te toca ahora es difícil
si crees que ahora vale la pena quién eres, como siempre pensé -no te odio ni un poco-

y en medio de esa melancolía, edulcorada en pastel, llena de tiza oscura para un corazón
veo desde el risco todo lo que dejé, todo lo que se fue en un desparrame, una ensalada de aventuras
curioso es pensarlo sabes, anhelo el mar, anhelo el cielo de Valparaíso, anhelo el cielo
pero ya sobrepasé las nubes, hace tiempo, nunca tuve un rumbo, lo sabes, nunca tuve algo.

Algo por lo que soñar

Aunque si permanece en mi cabeza, ese pensamiento de que, sin ti, no me hubiera dado cuenta de quien soy
pero sabes, hasta tú puedes notar que no fue así, solo fue el momento, en que nuestras almas se cruzaron y nació eso nomás, eso, que más podríamos señalar, si no queda nada

pero ver tu cabellera oscura, idéntica a como la sentía tantas veces
algo generó en mi corazón, un vórtice de angustia, un tono de gris
algo en mí, se paralizó, no sé si era terror, o si era melancolía, ¿Era desolación?
era dolor, era angustia. Pero también era dulzura, inserta en las heridas 
lamidas de perro

Me gustaría saber que es de ti
aunque no podría 
mi cuerpo hecho cicatrices, no lo puede olvidar
no puedo, saberlo.

Desde ese punto de no retorno, veo a los demás
desde ese cielo tan celestito, miro en tono de gris
aquella persona, que tanto amé
que tanto lloré, que tanto me mató

camino en viajes trazados
la mano de dios ya me quiso
espero la venida del cielo
lograr un día que veas

que veas que todo valió la pena
hasta lo más sulfatado
hasta lo más maldito
algo corrupto en la piedra del corazón,

limpiara tus más crueles impurezas
tú sabes que todo acabará algún día
y aunque esto sea una incoherencia

desde el risco miraremos todo
no creo que desde el mismo
pero espero sonreírle
a esa persona de porcelana fina
y esos hilos oscuros

llenos de amor, ardiendo en una hoguera
en cortes de seda

Cayendo al precipicio.



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