Carta a las personas melancólicas que sé quienes pueden ser

 



Dirigida a cualquier lector que sospecho quienes deben ser

Desde el anonimato
puedo descubrir que tú, al leer estas palabras, me haces notar, lo dificil que es olvidar a alguien al completo, de tus actos y de los míos, se desprenden señales de que hubo una perdida, que en ocasos y escasos momentos asociamos con esos signos, esos esbozos, que bruscamente deja el internet, de nuestra presencia.

Por lo mismo yo sé que tu no me has olvidado, y jamás lo harás, como yo se también que de alguna forma, tampoco lo haré, no me parece triste, pero si doloroso.

Me cuesta comprender de alguna de las personas que lee esto, del porque sigue acá, si tiene una vida nueva formada, esa persona sabe que me refiero a ella.

Me cuesta entender, que me haya dejado de hablar y que siga viendo si hay algo nuevo, esa persona también sabe quien es y debe estar confundida o no

Me cuesta entender de otros, el como refuerzan sus malas conductas y como esas personas solo esperan que les refuercen sus errores, en vez de asumir sus propias deficiencias 

Aún te queda un tiempo para ver las cosas, aún deben estar pasando montón de cosas en tu cabeza, en la mía también. Ya nada es igual desde entonces en ninguna de ellas, tampoco en mi vida

Extraño los días de pizza, de hamburguesas, pero comerlas solo también es delicioso y se siente bien
Pero extraño más el mar, las micros pequeñas, la vista al oceano desde el metro de valparaíso

El frío que calaba mucho porque soy solo un santiaguino llorón

Pero tampoco es la gran cosa, hoy tengo menos amistades que antes, y tampoco veo tanto a mis amigos como en el pasado, pero siempre hay personas imprescindibles en mi vida, y como les conté, desde ese punto alto, puedo mirar el precipicio de los demás.

He podido leer y crear poemas que resultan tristes en ocasiones, algunos de amor, otros que son el reflejo propio de mi vida, otros un montón de ficción, pero todos son el resultado de querer, amar y ser amado, en una amalgama imperfecta.

Pero no quiero saber de ustedes, no porque las odie, no porque las maldiga, sino porque cuando las veo, se que hay algo en mí que se autolesiona, y de eso no quiero en mi vida, no quiero rememorar agonías pasadas ni amores que volvieron cenizas, aunque si las extraño, en su debido momento, en su debida historia, fueron mucho para mí, en especial ella, que por mucho que me llené de dolor al recordarla, fue mi todo en esa epoca donde yo no creía lo suficiente en mí, pese a que sabía que era capaz de hacer grandes cosas, el meríto siempre sera mío, pero tu viste cosas en mi que jamás pense que tenía, de eso siempre estare agradecido.

Adiós, seguro que en otro momento, cuando me venga la melancolía, estaremos nuevamente acá hablando del pasado.

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